Aproximadamente hacia el mes de diciembre es habitual observar en los pastizales y prados de las sierras de Salas y Tineo la aparición de auténticas redes de toperas. Estos montículos de tierra delatan la presencia de un habitante del mundo subterráneo que raramente sale a la superficie, y por ello es realmente difícil de ver, el topo ibérico Talpa occidentalis. Esta explosión de galerías coincide con el inicio de la época de reproducción para los machos de la especie, que se produce en pleno invierno.
El topo ibérico es un endemismo de la Península Ibérica y es la especie que se encuentra en Asturias, donde encuentra condiciones realmente favorables para vivir. Su óptimo está precisamente en sierras como las de Tineo y Salas, de mediana altitud, humedad suficiente y abundante presencia de ganado que favorecen la abundancia de lombrices de tierra, la presa de la cual se alimenta en mayor medida.
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