En estas concentraciones frenéticas las hembras ponen cientos y hasta miles de huevos que los machos van fecundando a medida que van saliendo, para lo cual se cogen fuertemente a su parienta en un abrazo llamado amplexus. Los machos son más numerosos que las hembras, de forma que no hay para todos y muchos aguardan impacientes a la espera de su turno. Es probable que algunas hembras perezcan agotadas por el esfuerzo.
Como se puede observar, existe un claro dimorfismo sexual en la rana bermeja, ya que los machos tienen un color grisáceo oscuro y las hembras son pardas. Además, las hembras alcanzan mayores tamaños, y cuanto más grandes son, más anaranjado es su color, como se puede ver en la siguiente foto, una hembra probablemente en el máximo de tamaño de la especie.
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