El invierno es una época excelente para la observación de paseriformes. Muchos de ellos se mueven en grupos con el fin de favorecer la búsqueda de alimento y la defensa frente a predadores, y podemos aprovechar que los árboles caducifolios están sin hojas para verlos moverse entre los mismos. Un ejemplo de todo ello es el pinzón vulgar Fringilla colebs, que en esta época forma bandos numerosos como uno de cerca de 20 aves que observé cerca de Relloso, en Tineo, pudiendo fotografiar algún macho entre los robles.
El pinzón vulgar es un ave frecuente en toda Asturias, criando en masas arboladas como pinares, robledales, etc. En otoño e invierno se produce la arribada de grandes cantidades de pinzones procedentes de Europa, que se intensifica en años fríos, y asi ocurrió el pasado mes de diciembre debido a la ola de frío europea. Desde finales de febrero y en marzo se puede asistir al regreso de estos pájaros a sus zonas de cría europeas.
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