lunes, 28 de mayo de 2012

Negro y rojo, de chinches y cigarras

Hace unos días comenté unas cuantas cosillas de varias especies de chinches que pueden verse estos días por las zonas bajas de Salas y Tineo. Pero la primavera no para, es uno de los mejores momentos del año para observar insectos, ya que la floración está en su apogeo y muchos pequeños invertebrados aprovechan este momento del año para pasar por su fase adulta. Así, en la ribera del Narcea me topé esta semana con una de las chinches más llamativas que tenemos en nuestra fauna, la llamada chinche rayada Graphiosoma lineatum.


Esta chinche presenta una coloración "aposemática", a bandas negras y rojas para advertir a los depredadores de su mal sabor. Se alimenta de jugos vegetales, incluso del néctar de flores como se aprecia en la fotografía. En ocasiones también se denomina chinche italiana, pero la subs. italica está solo admitida a nivel de subespecie. En su parte inferior también presenta una llamativa combinación de tonos rojos y negros.


Parientes de las chinches y también de las cigarras, y muy similares a estos en la forma del cuerpo, son los cercópidos. Los representantes del género Cercopis presentan una coloración negra en general, con manchas rojas o anaranjadas repartidas a lo largo del cuerpo.


La especie más abundante en Asturias es la de la foto, Cercopis intermedia, que se caracteriza por tener las rodillas de color anaranjado. A estos insectos se les llama también cigarra espumadera, porque las larvas, para protegerse, chupa la savia de la planta y con la ayuda de una proteína produce una espuma parecida a la saliva humana con la que se envuelve.



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