Anda estos días el jilguero Carduelis carduelis muy ajetreado edificando su nido. Y lo hace de una manera muy peculiar: la pareja de macho y hembra se mueven siempre juntos en una busca incesante de material con el que construirlo: hierbas secas, plumón, etc. A intervalos regulares vuelven a su territorio, y mientras es la hembra la que poco a poco va configurando la construcción, el macho se queda en un posadero de los alrededores del nido, como un guardián, vigilante.
En este caso el posadero es un plátano, al que todavía no le han salido las hojas. En algunas ocasiones el macho, además de vigilar, canta, y con ello reclama su posesión sobre el territorio.
Entretanto, como ya comenté, es la hembra la que va poco a poco acarreando el material y construyendo el nido, de forma cóncava, uno de los más habilidosos de todos los paseriformes. Los jilgueros suelen hacer dos nidadas al año, y para esta primera suelen escoger una planta perenne y con hojas, sea esta un pino, un abeto, o como en este caso, una pequeña palmera.
El jilguero es uno de los fringilidos de nuestra avifauna, y aunque es frecuente no suele subir más arriba de los 500 m de altitud, por ello en los concejos de Tineo y Salas se encuentra en las zonas más bajas, en este caso esta pareja está anidando en el poblado de Soto de la Ribera.
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