El segundo, como digo a apenas 4 km del anterior, tenía ya un pelaje más claro, además de la cola más hirsuta. En ambos casos se trataba de machos, por las medidas que tomé a los cuerpos, lo cual es lógico, dado que en estas fechas las hembras están más retiradas en sus refugios a la espera de alumbrar una nueva prole.
Por si fuera poco, también me encontré la semana pasada un ejemplar de turón Mustela putorius atropellado, cerca del embalse de La Barca.
Esto confirma lo que ya apuntaba en una entrada anterior, y es que esta carretera es un punto negro para la supervivencia de estos animales, siendo necesario tomar alguna medida, colocación de señales, pasos de fauna o alguna otra.
vaya...y los que no se ven ....si se tendrían que tomar medidas.....
ResponderEliminar