Hace unos días viajando por el corredor del Narcea, ya pasado el embalse de Pilotuerto, me fijé en que a la derecha de la carretera destacaba el perfil inconfundible de una marta Martes martes aparentemente atropellada. Así que como suelo hacer cuando es posible paré el coche un poco más adelante para hacerle alguna foto al pobre bicho.
Pero cual fue mi sorpresa al ver que el animalín se movía, sí, se movía. Estaba atontado pero aún vivo. Así que lo cogí para apartarlo del arcén, porque sí por alguna causa volvía a la carretera fijo que alguno de los coches que por ahí pasan a toda velocidad terminaba de rematarlo.
Una vez que lo llevé a lugar seguro cerca de mi coche lo miré mejor a ver que le ocurría, y por suerte parecía tener tan sólo un golpe en la cara, por el que manaba algo de sangre pero nada grave. Llamé entonces a la Guardería de Medio Ambiente del Principado para que viniese a por él, un guarda llegó al poco rato y lo recogió. Una vez recuperado fue devuelto a su medio natural.
Esta tarde por la misma zona me he vuelto a encontrar con otra marta atropellada, por desgracia este ejemplar estaba muerto y bien muerto.
El año pasado, por estas mismas fechas, ya comenté en el blog el hallazgo de otros dos ejemplares en la misma zona. Se trata de un tramo de carretera entre la cola del embalse de Pilotuerto y el cruce del Puente del Infierno, entre Tineo y Cangas del Narcea. Un notable punto negro para la marta, que por otro lado es realmente difícil de localizar atropellada en otros lugares.
Ah, por cierto, sin duda no se trataba del mismo ejemplar, porque este de hoy era una hembra y el del otro día un macho, como bien se puede apreciar en esta foto.
Una pena la verdad, no sé si es por la época de celo o porque abundan, pero cada vez que salgo a la carretera me encuentro con alguna atropellada.
ResponderEliminarEsperemos que se recupere y solamente le quede un chinchón; menos mal que dio contigo y no con otro...
un saludo!!
Hola compañero, pues en la galería de impactos de BV hay muy pocas fotos de marta frente a otros mustélidos, y yo aparte de ese tramo concreto tampoco la he visto en otros sitios, a lo mejor (o peor) pasas por otro punto negro de atropellos.
ResponderEliminarYo creo que lo que ocurre es que ahora con el celo puede que se muevan un poco más, supòngo. Y lo de recogerla fue por la costumbre que tengo de parar siempre que se puede jeje, que a veces es imposible.
Un saludo
http://www.biodiversidadvirtual.org/habitats/Atropellos-de-animales-cat3413.13.html
Fueron 6 años por esa carretera a diario, y vi (y por desgracia atropellamos a alguno de los de la lista) martas, garduñas, ginetas, jabalíes, corzos, lechuzas, zorros y cientos de anfibios.
ResponderEliminarEs una grandísima pena, y un sumidero continuo de bichos.