Desde finales de septiembre vengo notando un evidente aumento en el número de ejemplares de vanesas en las sierras de Salas y Tineo. Muchas se establecen en lugares fijos, haciendo suyo un pequeño territorio de unos cuantos metros cuadrados, he visto como lo defienden expulsando a otras vanesas y mariposas de cualquier otra especie. En este territorio, los ejemplares realizan vuelos regulares alrededor del mismo, posándose en reposaderos de todo tipo, por ejemplo en el suelo, como esta hembra
Vanesa Vanessa atalanta
en los helechos, como este macho
o en los árboles
Dentro de unos días, cuando las temperaturas bajen, las vanesas entrarán en hibernación, yo supongo que entre la vegetación, dentro de los territorios que están defendiendo, probablemente en algún frondoso ejemplar de brezo.
Mi sorpresa fue encontrar un ejemplar profundamente desgastado, muy diferente de los anteriores. Es posible que sea un superviviente de la generación anterior, una mariposa que lleve viviendo más de un año.
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